Escrito por Ernesto Munive.
Como si se tratara de un juego de poderes, con frecuencia se observa en algunas empresas al equipo de colaboradores dividido y fraccionado en diferentes bandos, como si en realidad fuesen enemigos que se pelean por obtener el control y poder de una porción del territorio de la organización.
La ira, el enojo y el resentimiento suelen ser las emociones predominantes en sus protagonistas, producto de los conflictos y malentendidos sin resolver que al final terminan fraccionando al equipo, con claras demostraciones de conductas y relaciones negativas de sus integrantes y que afectan directamente a la productividad.
Imaginemos la siguiente situación: un colaborador del mismo departamento incumple reiterativamente con los tiempos de entrega de sus tareas a su compañero. A pesar de que en varias ocasiones se le ha indicado sobre su falta, la situación no mejora y esto afecta seriamente los procesos. Debido a esto, su compañero decide hacer exactamente lo mismo, y también comienza a enviarle sus tareas con demoras. Este comportamiento es muy común en muchas empresas, en que los colaboradores replican las malas prácticas y malas conductas de sus pares e incluso de sus jefes, sin encontrarse una solución, más bien el problema se ahonda y se convierte en un círculo vicioso del cual es muy difícil salir.
Este último caso es el típico ejemplo de ojo por ojo, diente por diente; un comportamiento muy común entre los colaboradores de muchas empresas. Y claro, este tipo de actitudes no ayudan en nada a solucionar el conflicto y lo que es peor, afecta directamente a la productividad de toda la organización.
Es importante que en estos casos, si tenemos la oportunidad, hagamos algo para influir positivamente en los demás y poder cambiar esta realidad.
Te comparto cuatro claves que en situaciones similares te pueden servir para gestionar los conflictos y encontrar una solución en busca de resultados positivos:
CLAVE No. 1
Analiza el fondo del problema: Trata de encontrar la razón por que se ha producido la situación, en qué es lo que se falló y por qué tu compañero incumplió con los tiempos de entrega de determinada tarea. No busques culpables, averigua que factores influyeron por la que se produjo el retraso y qué es lo que le hizo que demorara su trabajo. Si es la primera vez o ya es reiterativo, si es un problema de mala actitud, falta de conocimiento o capacidad.
CLAVE No. 2
Hazle saber en qué afecta su incumplimiento: Generalmente lo que se suele hacer en el caso de que alguien nos incumple, es recriminar y reclamar por su incumplimiento, sin embargo lo más saludable es explicarle razonablemente las consecuencias que acarrean el no cumplir con sus tareas a tiempo, tratar de hacerle entrar en razón y comprometerlo a que cambie su comportamiento.
En estos casos, lo más conveniente es tener una comunicación empática, tratando de comprender el por qué lo ha llevado a tener este tipo de comportamiento negativo, llegando a sus emociones de modo que la otra persona comprenda cómo esto además afecta no solo al trabajo y la productividad, sino también a la relación personal entre todos los involucrados.
CLAVE No. 3
Plantea alternativas de solución: Es importante que no nos enfoquemos en el problema, sino que a este lo tomemos solo como punto de referencia para ir en busca de una solución, a esto es lo que yo llamo proactividad, es decir, ponerle el foco a la solución y no al problema.
Adicional a esto, por lo general, esperamos una reacción positiva e inmediata por parte de la otra persona, pero puede ser que esta no lo veo tan claro.
Al momento en el que observes que el tiempo que falta para que presente su proyecto o tarea se agota, será importante que le presentes alguna alternativa de solución para que no caiga nuevamente en otro incumplimiento. Por ejemplo, acordar entregas parciales o extender deliberadamente el plazo, haciendo caer en cuenta que se trata de una excepción a la regla y que en el futuro será importante cumplir con los tiempos pactados.
CLAVE No. 4
Documentar los acuerdos: Cuando se trata de trabajar en equipo, todos estamos expuestos a que alguno de los miembros que lo conforman falle en los cumplimientos de las tareas u obligaciones, ya sea por causas ajenas a su voluntad o debido a sus malos hábitos, por lo que es necesario que se tomen las debidas precauciones que aseguren el cumplimiento de los objetivos en común.
Una de las estrategias que funcionan adecuadamente para comprometer a cada uno de los miembros del equipo en la tarea de cumplir con las labores encomendadas a cada uno, es tener un documento compartido en que todos puedan ver y hacer seguimiento del avance del proyecto y las tareas que se deben llevar a cabo y, de preferencia, este documento debe estar en la nube, asignando un responsable de la administración de la información de este documento, quien hará el seguimiento del progreso correspondiente.
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Muchas gracias Ernesto! Estas situaciones pueden presentarse en cualquier grupo humano y las claves para solucionarlo me parecieron prácticas y también desafiantes para seguir trabajando esa actitud proactiva de un vendedor profesional!